ESPERANDO

"Ahora mismo nos separan las arrugas de la almohada,
el hielo de los dedos de tus pies.


La distancia que separa mi entender de tus palabras,
el aire entre el techo y el suelo
Entre tanto reproche, algún momento bueno
...y rozarte con la yema de los dedos

Esta distancia, de horas, segundos y llantos
Este pasarse todo el día esperando…

Esperando el próximo contigo,
Olvidando el último sin ti.

Esperando....
El tiempo va pasando mientras tanto.
El tiempo va pasando
Esperando.....

Ahora mismo nos separan las arrugas de la almohada,
el hielo de los dedos de tus pies...

Esperando el próximo contigo…
Olvidando el último sin ti…
Esperando el próximo contigo…
Olvidando el último sin ti…

Esperando siempre el próximo contigo.
Olvidando siempre el último sin ti….
....y rozarte con la yema de los dedos...."


(*Esperando, -La Olla Express)

15 de febrero de 2007

2.44 de la madrugada, triste, sola y vacía.

Sólo la ropa interior me roza, cuando lo único que quiero es tocarte ahora y sentir.

Sentirte. Aquí, ya, dentro. Mío.

Akon atraviesa los auriculares y me estremezco en su ritmo. “I wanna fuck you, you already know…” y no llamas. No recibo. No emites. No llegas.

Restos de maquillaje y sombras, restos de ropa interior en la cama sucia de tu ausencia y no estar. Sólo imagino y sola te sueño de rabia. Tú creíste que quería tu luna y desapareciste en mi sonrisa. Y esta noche carente estás más presente que nunca, recuerdos en mil caricias lascivas, en tu propuesta indecente y los mordiscos.

“I wanna fuck you, you already know…” Es sólo lujuria, cariño, y te enredaste en las palabras y la espera.

¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Qué tenía que adivinar?

Todo lo que ya sé, lo que creí y lo que parece ser.

Y a pesar. A pesar de… A tu pesar. La pantalla no se enciende, y me desespero.

“I wanna fuck you, you already know. I wanna fuck you, you already know…”

Mejor que tú, mejor que yo. Mejor que ambos, mejor que nadie.

Te enredaste, y yo me tuve que caer.

Cap II: Míriam

“Prohibido girar a la derecha”

Hoy he visto un tranvía entre las aceras de mi calle. Es amarillo, y no puede girar. Ni siquiera tiene número de línea.

Voy a pensarle un nombre. La hiperactividad motiva mi lado más obsoleto, la actividad genera actividad.

Me encuentro en un círculo vicioso de actividad completamente inútil y antiproductiva, por si fuera poco. El coche sigue sin arreglar. Necesito un fontanero que me arregle las goteras del baño. Es más, necesito un baño decente, con agua caliente. Limpia al poder ser. Tengo un baño de mierda, en un piso de mierda, con una habitación que merecía la pena cuando la cama aún era de 1,50; las sábanas olían a compañía y me despertaba con su “joder” en la boca por que la caldera se había vuelto a estropear.

Corina me ha dejado. Con una nota. Con una nota en la nevera: “no voy a volver”

Ya he vuelto a enredarme. Y no tengo ganas.

Ahora nunca las tengo.

Vivo en un piso de mierda, rebosante de vacío.