Cap II: Míriam

“Prohibido girar a la derecha”

Hoy he visto un tranvía entre las aceras de mi calle. Es amarillo, y no puede girar. Ni siquiera tiene número de línea.

Voy a pensarle un nombre. La hiperactividad motiva mi lado más obsoleto, la actividad genera actividad.

Me encuentro en un círculo vicioso de actividad completamente inútil y antiproductiva, por si fuera poco. El coche sigue sin arreglar. Necesito un fontanero que me arregle las goteras del baño. Es más, necesito un baño decente, con agua caliente. Limpia al poder ser. Tengo un baño de mierda, en un piso de mierda, con una habitación que merecía la pena cuando la cama aún era de 1,50; las sábanas olían a compañía y me despertaba con su “joder” en la boca por que la caldera se había vuelto a estropear.

Corina me ha dejado. Con una nota. Con una nota en la nevera: “no voy a volver”

Ya he vuelto a enredarme. Y no tengo ganas.

Ahora nunca las tengo.

Vivo en un piso de mierda, rebosante de vacío.