lunes, 28 de abril de 2008

La maleta

"Ay, si yo te pillara"



Madrid casi en mayo 2008.
Hace sol, hoy en Madrid, me he bajado en Atocha por primera vez en toda mi vida, y no en Chamartín. He llegado antes, con más músculo en mi brazo derecho, he subido escalones y he hecho un transbordo incómodo.

Para colmo, he cogido la única maleta rota de todas las que hay en el zulo de mi casa, el asa no se levantaba. El zulo de mi casa es un pequeñito trastero que hay bajo las escaleras que dan al sótano, oscuro, chiquitín, graciosil. Siempre que bajo tengo miedo de encontrarme alguna cucaracha, así que espero en las escaleras, abro la puerta, miro, entro, cojo rápido lo que necesite, y subo corriend mientras me da un escalofrío de pensar que puede haber algo bizarro ahí dentro.

Así, entre el gentío de la estación de Atocha, toda llena, toda activa, toda Madrid, iba yo torcida hacia la derecha (para más inri) arrastrando una maleta medio vacía (por que algunas cosas se han quedado como estaban, sin apenas tocarse, sin apenas rozarse, por muy planeadas de antemano que estuvieran. Santa Pola, por ejemplo, se ha quedado fuera de la maleta.) subiendo escalones, sorteando cotillas y barras del metro, subiéndome los pantalones, resoplando... vamos, haciéndome a la capital de nuevo.

La maleta iba medio vacía, y dentro, todo bailaba y se sacudía: ropa, cremas, apuntes, mi playa, Altea, mi casa de Alicante, el neceser, la plancha del pelo, preservativos, mi ropa interior, Elche...

Mi maleta se ha convertido en una especie de batidora roja de un metro de alto con el asa rota, y dentro todo ha ido mezclándose al run run del metro, he llegado a casa, he saludado a las Marías, hemos hablado, nos hemos relatado.

He entrado en mi cuarto y he abierto la maleta. Todo seguía en su sitio.
Ahora sólo voy a sacar lo que me interese.
Y cierro la maleta.

1 comentario:

Caperucito Lorca dijo...

Uyyyyyyyyyy, ¡¡los condones!!

¿Se quedaron dentro o fuera?

Muy bien escrito.